Hay una película que se llama Yucatán que tiene un par de años.
Un par de estafadores tratan de embaucar a un recién agraciado de la lotería mientras está de crucero con su familia. Las zancadillas entre Luis Tosar y Rodrigo de la Serna son de revolcarse por el suelo.
El crucero se convierte en una pista de obstáculos para quedarse con la chica y conseguir el dinero.
Y el recién millonario siempre está con la desgracia en la boca, repitiendo lo mismo:
El dinero es una maldición.
Y puede ser.
Es impresionante la cantidad de casos en los que un ganador de la lotería ha acabado en la ruina.
Que te toque la lotería no te convierte en millonario. Tan solo eres una persona con mucho dinero.
Para mantener un patrimonio, para dirigir una empresa hace falta algo más.
No es cuestión de lo que tienes.
Yo conozco grandes empresarios que si tuviesen que volver a empezar tendrían muy claro lo que deben hacer para que su empresa crezca.
Me sé de otros que si cogiesen una empresa boyante en unos meses habrían acabado con ella.
Hay muchos que se conforman con mantener la suya a flote.
¿Por qué?
Cuestión de mentalidad.
Pero sobre todo de tener una idea clara de que la empresa hay que dirigirla no sólo reaccionando ante lo que te viene.
Para eso lo mas eficiente es tener un sistema.
PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL
PD: Bastante de mentalidad de buen empresario.
PPD:Y encima te acompañamos para que lo pongas en práctica.
PPPD: Porque tener una empresa rentable no es ninguna maldición.
