Gracias por los emails de apoyo de ayer.
Para aclararlo mi cuñado se caso en Boston (yankilandia) con una aborigen.
La celebración Ana y yo la hicimos a solas en un tailandés.
Así que cuando nos daba por brindar por los novios nos miraban un poco raro el resto de comensales.
Vino bien que cerrasen pronto.
La videoconferencia fue después desde casa.
Todos fenomenal.
No sé si es la boda de mi cuñado, el fin de año o la indigestión de pato que arrastro esta mañana lo que me empuja a hacer balance de 2020.
Y al final solo me sale dar las gracias.
Las gracias a mi equipo. Sin ellos jamás podría hacer las tareas que estoy haciendo ahora. Apoyarme en ellos, que hagan bien su trabajo y yo el mío, es lo que nos ayuda a crecer y seguir mejorando. Ninguno es tal listo como todos nosotros juntos.
Gracias a nuestros clientes. Por su confianza que peleamos como leones dando lo mejor que tenemos. Que nos retan a hacer las cosas de una manera mejor. Esta feo que yo lo diga pero tienen un exquisito buen gusto eligiendo compañeros de viaje.
A mis amigos y familia que me dan todas las razones para que, por mucho que disfrute con el trabajo, reserve el tiempo para cuidar las partes importantes de la vida.
Dar las gracias es un ejercicio liberador.
Ayuda a tomar perspectiva.
Dicen que sirve para reducir la tasa de suicidios.
Espero que también vaya bien para la indigestión.
Mientras tanto, si tienes un gusto exquisito y una buena cabeza sobre los hombros
PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL
PD: Dar las gracias te da una perspectiva más amable con la vida.
PPD: El programa parece que ayuda a reconciliarte con la empresa.
PPPD: Definitivamente tengo que dejar de cenar pato.