Vacilando de costado en una entrevista de trabajo

por

Aitana es mi amiga desde hace más años de los que recuerdo.

Del instituto lo menos.

Cómo si eso fuese poco castigo para ella, además dirige el departamento laboral del despacho.

 Ayer, acabando la jornada, me regaló este chiste de una entrevista de trabajo:

¿Domina el inglés?

Hombre, si es bajito y se deja…

Vale, es malísimo. 

Trabajar en recursos humanos acaba arruinando las cabezas un poco bastante.

De todas formas en persona gana. 

El chiste no. Aitana.

Hay mucho que se gana cuando estás cara a cara y es imposible trasladar por medio de una pantalla.

Lo estamos notando bastante este año.

Pensar en pasar las navidades solo con 6 familiares.

Tomar el aperitivo con los amigos por zoom.

Hacer ejercicio con las nenas delante de la tele en lugar de sacarles a pastorear por el campo.

Lo mismo pasa con la formación.

Una cosa es leerte un libro o asistir a un webinar para pillar alguna cojoidea que te ayude a mejorar tu negocio.

Otra cosa bien diferente es tener un profesional en tu empresa para ir revisando procesos, sistemas y que te acompañe implementando los cambios necesarios para que ganes más dinero y tengas más tiempo libre.

Un libro no hace que la gente cambie.

Para sacar lo mejor de una organización es necesario un trabajo de marcaje e insistencia. Hay que estar ahí.

Agarrarse a viejos hábitos es muy fácil. 

Dar un salto y evolucionar cuesta menos cuando vas bien acompañado.

PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL

PD: Lo tenemos muy comprobado.

PPD: Te cuento lo que pasará si respondes al formulario.

Tú y yo hablaremos.

Y en función de lo que me cuentes, yo te diré si mi curso es para tí.

Si honestamente creo que no te va a ayudar, en la misma reunión te lo diré y te explicaré los motivos.

Sin dramas.

¿Trato?

Suscríbete para recibir emails como este

* He leído esa información tan interesante sobre qué vas a proteger mis datos con tu vida y la sangre de un unicornio y estoy lo bastante de acuerdo como para dejarte mi email. También tengo claro que si me aburres o me tocas las narices me doy de baja y no me darás la turra nunca más.