DESPEGAR UN VASO DE PLÁSTICO AZUL DERRETIDO DE UNA SARTÉN. OBSESIONES DURANTE LA PANDEMIA I

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Unos días antes de dejarnos encerrados aprendiendo repostería avanzada subía por las escaleras mecánicas de un centro comercial.

Mientras el horizonte de las escaleras abría paso a la planta de utensilios de cocina, se veía una tele sin sonido.

En la pantalla un anuncio como de teletienda.

Una sartén de cobre mágico. Freía un huevo sin aceite y se deslizaba el huevo de la sartén al plato como un esquiador en una rampa de salto hasta caer en el plato.

La sartén limpia.

Luego preparaban un tomate frito.

Cuando ya hacía chup chup, la sacaban de la sartén y lo mismo.

La sartén limpia. 

Para volver a usar.

Luego ponían un vaso de plástico azul.

El vaso se fundía.

Veías el vaso derretido.

Encima de la sartén.

Haciendo burbujas.

Veías subir el humo.

La sartén a la mierda.

Pero que va.

Deslizaba la sartén.

Y ocurría lo mismo.

El plástico salía cual pingüino resbalando por el hielo.

Ya estaba lista para volver a usar.

Aunque ahí yo sí la habría lavado. Llámame tiquismiquis.

-Tiquismiquis.

El caso es que se me quedó la imagen.

Y me acordé de otro anuncio de teletienda.

Los cuchillos ginsu 2000.

Vaya tela.

Pelaban un ajo, cortaban un tomate, rebanaban un zapato y partían un clavo por la mitad.

No se para que quiere nadie partir un clavo por la mitad con un cuchillo.

Pero habrán pasado más de 25 años que no veo aquel anuncio.

Y aún me acuerdo.

No sé qué pasará con la sartén.

En cuanto alguna de las que tengo empiece a tascar los huevos fritos seguramente compre una de esas de bronce mágico.

Pero me quedó claro que los de la teletienda no tenían ni un pelo de tontos.

Ahí hay una lección de ventas para toda la vida.

Para quien lo quiera aplicar en su negocio tenemos un programa.

PD: Arriba. En el subrayado azul.

PPD: Es impresionante aplicar esta técnica sin importar el sector en el que estés.

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