Fray Cipriano se fue a la cama con un catarro morrocotudo

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Una de las cosas que más disfruto en esta etapa de mi vida es contarles cuentos a mis hijas.

Sobre todo porque dentro de poco serán ellas las que empiecen a contármelos a mí.

Después de cenar, mientras recogen los platos, se lavan los dientes y se meten en la cama les entretengo con historias para que no empiecen a correr por la casa como un gremlin recién salido de la ducha.

Ahora estamos con Fray Perico y su borrico.

Fray Perico es un fraile que se dedica a meter en el convento alegría y animales a partes iguales. Liándola parda y acabando con la paz que reinaba en el convento.

Bien.

El caso es que estaba en la cocina leyéndoles el final de un capítulo. La última frase era:

Fray Cipriano se fue a la cama con un catarro morrocotudo

Entonces Alba, la mediana, preguntó:

   ¿Qué significa?

  – Muy grande.

   ¿Pero qué significa?

   – Que es enorme.

   ¿Pero qué significa?

   – Que era brutal

   No lo entiendo.

Mi mujer y yo nos quedamos mirándonos.

¿Qué es lo que no entendía?

Leímos dos veces la frase. El nombre es raro de cojones pero Fray Cipriano ya había salido antes en el cuento.

Unos segundos más.

   – Constipado.

Lo que no entendía mi hija era que un catarro era un constipado.

Mi pobre hija sin saber que se llevaba el fraile a la cama.

Y muchas veces pasa.

Estas centrado en lo tuyo.

En lo que es raro para ti.

En lo complejo.

Y se te olvida que igual lo que le preocupa al otro no tiene nada que ver con lo que te pueda preocupar a ti.

Que una obviedad para ti puede ser un mundo para el otro.

Pasa en ventas.

Pasa dirigiendo equipos.

Pasa cogiendo un balance por donde no es.

Para dirigir una empresa no hay que complicarse tanto la vida:

PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL

PD: Encontrar cuentos aptos para edades entre 5 y 9 años que valgan la pena me supone un esfuerzo importante. Si tienes alguna sugerencia soy todo oídos.

PPD: Para evitar que se te complique el cuentos entra en el enlace de arriba.

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