Ganarte una pata de palo

por

Puede que te haya pasado.

Te levantas a media noche y no ves nada.

Pero tienes que ir al baño.

Puede que no estés en tu casa.

Estás caminando a ciegas.

Tanteando por donde pasas.

Con las manos por delante para asegurarte que no te dejas los piños por el camino.

Vale.

Los dientes están protegidos pero hay una parte pequeña del cuerpo que va a sufrir.

Tú no lo sabes.

Entre otras cosas porque no te ibas a imaginar que esa mesita estaba allí.

Pero de pronto te enteras.

Sufres un dolor amargo.

Atraviesa tu cuerpo desde tu dedo meñique hasta los ojos.

Ves las estrellas.

No puedes apoyarte en la pared porque no sabes donde está.

No puedes gritar no vaya a ser que despiertes a alguien.

Así que te aguantas a la pata coja.

Buscando tu dedo para ver si está sangrando.

¿Es normal que duela tanto?

¿Cuál era el problema?

No era tu pie ni era la mesita de noche. 

Era que ibas a ciegas.

Y muchas empresas se han acostumbrado a funcionar a ciegas.

Creen que así ya les vale.

Hacen equilibrios lo mejor que pueden para sobrevivir en el día a día.

No son conscientes de la factura que les está cobrando ese intentar a diario el más difícil todavía.

O sí, pero creen que no tiene remedio. Que así funciona su negocio.

Todas las empresas que nos han contratado ya estaban haciendo la parte más difícil. 

La de andar a tientas y asumir que cada golpe era normal.

Cuando entramos y empezamos a explicar herramientas sencillas para llevarlo mejor la reacción siempre es la misma:

Estaba ahí y no lo había visto.

Solo había que encender la luz.

Y, muchas veces, es tan sencillo como tener una linterna a mano.

Si quieres claridad en tu empresa para cuidar de tus meñiques

PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL

PD: Cuentan que así fue como el capitán Barbaroja perdió su pierna. Muy terrible, muy siete mares y luego se deja la uña contra un barril.

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* He leído esa información tan interesante sobre qué vas a proteger mis datos con tu vida y la sangre de un unicornio y estoy lo bastante de acuerdo como para dejarte mi email. También tengo claro que si me aburres o me tocas las narices me doy de baja y no me darás la turra nunca más.