No es cuestión de pelotas

por

Empieza a rebuscar por el abrigo que está colgado en el perchero.

No, aquí no están.

* No puedo hacer nada Molly. El FBI tiene prioridad.

– A lo mejor por aquí

(Agita el termo de café)

 – No. Veamos,…. aquí debajo tampoco.

  • ¿Qué está haciendo?

* Está buscando mis pelotas.

Abre la puerta de la oficina

– ¡Tíos! Si alguien ve las pelotas del Capitán que me avise.

Son pequeñas,… si están hinchadas.

Si no son como, no se, como un rodamiento.

O si habéis visto los huevos de un topillo,… pues menos de la mitad.

Enanas es grande. Al microscopia electrónico, con suerte, se pueden ver.

Un recién nacido tiene más huevos. 

Si encontráis esas caniquitas microscópicas, pero microscópicas de la hostia, decídmelo, porque se las volveré a meter en el escroto.

Todavía hay quien piensa que dirigir una empresa es cuestión de pelotas.

Sea el dueño hombre o mujer.

Y para nada.

Cuando empiezas un negocio tú solo, tienes libertad para estrellarte como prefieras.

Conforme vas creciendo vas asumiendo responsabilidades.

Con tu equipo.

Con tus clientes.

Con papá estado.

Cuantas más responsabilidades más preparado tienes que estar.

¿Una buena manera de prepararte?

Rodearte de gente que te ayude a tomar mejores decisiones

PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL

PD: Uno solo no puede hacerlo todo solo mucho tiempo. Al menos si quiere crecer.

PPD: Se me olvidaba. La peli es cuerpos especiales. Melissa McCarthy está que se sale.

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* He leído esa información tan interesante sobre qué vas a proteger mis datos con tu vida y la sangre de un unicornio y estoy lo bastante de acuerdo como para dejarte mi email. También tengo claro que si me aburres o me tocas las narices me doy de baja y no me darás la turra nunca más.