La que te puede liar un tipo bajito y faltón

por

La revolución francesa no solo enseñó a la nobleza a afeitarse mal con la guillotina.

La humanidad se puso muy a tope en la persecución de ideas tan locas como la libertad, igualdad y fraternidad. Ideas que dos siglos después aún nos sigue costando alcanzar.

De paso dejaron el país hecho unos zorros. Hambre, falta de educación e higiene,.. Es lo que tiene estar pegándose palos con el vecino.

De ahí que un tipo bajito, mal encarado, con problemas de estómago y muy faltón se hiciese con el poder.

En poco tiempo no solo consiguió aunar a toda Francia. En diez años consiguió poner a Europa a sus pies.

¿Cómo lo hizo?

¿Por ser bajito?

¿Por usar sombreros muy locos?

¿Por tener mala hostia?

¿Regalando queso?

¿Aniquilando al enemigo con su gastroenteritis crónica?

Pues mira, no.

Ni tenía el país más desarrollado, ni el más rico, ni el más saludable en aquella época.

Fue todo cuestión de estrategia. De tener algunas ideas claras. Trazar un plan y cumplirlo.

Seguramente no tendrás ninguna gana de conquistar Europa. 

Aunque quizás si le estás dando vueltas a la manera de tener una empresa más controlada que te permita vivir mejor.

Para conseguirlo hace falta dejar de mirar el día a día y preparar una estrategia con la que aprovechar al máximo los recursos que ya tienes en tu negocio.

Si quieres que la preparemos juntos 

PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL

PD: La que pudo liar Napoleón en diez años. Aprendamos de sus aciertos.

PPD: En el programa estudiamos un sistema de gestión de tiempo muy eficaz que desarrolló Napoleón antes de sus batallas. Cuando te acostumbras a aplicarlo ya no sientes que se te escapan los días.

PPPD: Por el enlace para cambiar el curso de tu negocio.

Suscríbete para recibir emails como este

* He leído esa información tan interesante sobre qué vas a proteger mis datos con tu vida y la sangre de un unicornio y estoy lo bastante de acuerdo como para dejarte mi email. También tengo claro que si me aburres o me tocas las narices me doy de baja y no me darás la turra nunca más.