Hablemos de dirigir equipos.
Especialmente equipos acomodados.
Esa sensación de estar empujando de un elefante.
Que ni para adelante ni para atrás.
Que le miras a los ojos y te devuelve el infinito.
Ese decir saco la vara, que es lo que me han enseñado y
o te mueves tú o se me llena la mano de callos.
Y nada.
La parte más delicada de una empresa siempre serán las personas.
Por un motivo sencillo, somos lo más imprevisible.
Tenemos demasiadas variables.
También somos lo que marcamos la diferencia en cualquier empresa.
Lo que nos permite diferenciarnos de nuestra competencia.
Un equipo bien dirigido supone menos errores, mejor ambiente, más compromiso.
En definitiva mejores resultados y calidad de vida.
Dirigir personas no es una tarea titánica.
Eso sí, hay que saber.
Entender de personas, de comportamientos, de motivación
no es algo que nos enseñen en el colegio
como casi todo lo que vale la pena en la vida.
Eso no significa que no se pueda aprender.
Si estas cansado de sostenerle la mirada al elefante
tenemos algo para ti
PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL
PD: Ángel, gracias por esa imagen. Vamos a trabajar para ver danzar a ese elefante.
PPD: Sin ponerle tutú, por supuesto.
PPPD: El elefante es un animal majestuoso y tiene una mala hostia que para qué. Nada de tratar de tomarle el pelo.