El otro día, al acabar una sesión, me quedé hablando con el dueño del negocio.
Me comentaba que quería tanto a su mujer porque le había costado mucho conseguir estar con ella.
Se decía a si mismo que por aquel entonces no era especialmente alto, ni guapo, ni tenía un centavo, ni era alegre, ni dicharachero como la rana Gustavo.
Vamos, que de aspecto tirando a normal y de alegría tirando a la justa.
Y que ligarse a su mujer le costó lo suyo y lo del inglés.
Pero ahí está. Un feliz matrimonio de muchos años con hijos cerca de irse de casa.
(Todo llegará David)
Que valora lo que tiene, entre otras cosas, porque se lo tuvo que currar.
Le dije que esa conversación la teníamos que trasladar a otro día con una cerveza delante. Ya se me hacía tarde para volver a casa.
Con el puente por delante esa cerveza puede tardar un par de semanas y mi memoria da para lo que da.
Echaba la culpa de que le hubiese costado a su aspecto físico y a no ser especialmente jovial y divertido.
Me quedé con ganas de preguntarle.
A pesar de no parecerse el actor de Thor, a pesar de no tener la gracia de Broncano. Si hubieses sabido entonces lo que sabes hoy, ¿ habrías sabido que decirle para empezar a salir antes con tu mujer?
Bueno,
a veces nos cubrimos con excusas para justificar hasta donde llegamos o por qué tardamos tanto en alcanzar los resultados que queremos.
Otras veces aprendemos a acelerar los procesos trabajando las áreas clave de la empresa.
O pagas por tus mentores o pagas por tus errores.
PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL
PD: Que sí ,que sí. Que tu sector es diferente. Que no tengo ni idea de cómo se las gasta la competencia. Que lo que tú quieras.
¿El problema de verdad? No sabes lo que no sabes.
Pero si quieres saber por aquí vas directamente al formulario.
PPD: Thor o Broncano solo hay uno. Cuidado con quien te comparas porque igual desconoces sus debilidades.
La mayoría somos muy normalitos.
Los normalitos, con técnica y persistencia, podemos llegar muy lejos. Mucho.
