El otro día escuché al gran Luis Monge Malo (nombre cojonudo y persona aún más interesante) entrevistando a Richard Vaughan (el de las clases de inglés, que también resultó ser muy interesante).
De estas entrevistas de ventas y birras solo se pueden sacar a palazos pepitas de oro de 24 kilates en forma de ideas.
Acabando la charla hubo algo que me paró en seco.
Vaughan interpretaba lo que era una broma referida a Latino América que veía aplicable a los españoles:
“Os compro por lo que creéis que valéis, os vendo por vuestro valor real y hago mi agosto a costa vuestra.”
Decía Voughan que valemos mucho más de lo que creemos.
Pero que llevamos inyectado en la sangre cierto talante pesimista que parece que mamamos desde bien pequeños con los refranes :
– Piensa mal y acertarás.
– Más vale malo conocido que bueno por conocer.
– Contra la fortuna no hay arte alguna.
Y es que, a pesar de demostrar la capacidad de trabajo que tenemos, a pesar de nuestro orgullo esforzándonos para dar lo mejor siempre, de hacer las cosas como si fuese para nosotros mismos, a la hora de vendernos nos paralizan mil miedos.
El otro día un amigo me quiso dar un buen consejo.
¿Cómo empezó la conversación?
– No quiero venderte nada pero…..
No me jodas.
Si es bueno para mí, dímelo.
Si me va a ayudar, véndemelo.
No hay nada malo en vender.
Vender es darle al otro la oportunidad para estar mejor.
No hay nada malo en que ganes con ello.
Lo malo será como no ayudes al otro a conseguir lo que quiere.
Así durarás poco.
Si crees en tu producto,
Si crees en tu servicio,
Véndelo.
Si quieres ayuda para venderlo mejor.
PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL
PD: Simple, sencillo y práctico.
PPD: Arriba.