1001 maneras de no comerse el rancho

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En el colegio tenía un compañero que no le gustaba la comida del comedor.

Había elaborado una serie de sofisticadas técnicas para esconder debajo de un trozo de lechuga medio zapato filete.

Camuflaba dentro del puré de patatas todos los guisantes que no quería, dejando la masa por fuera sin que pareciese que la patata se había contagiado de algo muy terminal.

Utilizaba la piel del plátano para meter dentro el pescado que no se iba a comer. 

Las tapas del yogur servían para cobijar el hígado que iría directamente a la basura.

Practicaba este contraespionaje con las encargadas del comedor que muchas veces le hacían volver a la mesa por no terminarse la comida.

Con el tiempo le pillaban menos veces.

Supongo que ganaría maestría.  

También supongo que las encargadas del comedor ya estarían hartas de que se pasase la hora de cierre mientras Antoñito estaba mirando musarañas y viendo pasar la vida sentado en aquella silla, con la bandeja de metal y el rancho de cada día.

A mediados de curso ya le dejaban salir como le diese la gana.

Mira tú por donde en las empresas pasa mucho.

Se empieza a exigir presencialismo en un trabajo que no convence y el trabajo se convierte en justificación de horarios. 

En hacer cosas que aportan poco o nada y que no justifican el sueldo.

Se pone delante de la pantalla y ya no distingues entre el interés y la presbicia.

Así el resto de los compañeros tienen que cargar con su faena y rendir para que los números den y la empresa no vaya a pique.

Hasta que llegan los resultados, claro.

Porque hagas lo que hagas, los resultados van a llegar.

No son solo cuestión de suerte.

Es cuestión de tener un sistema.

Seguirlo.

Mejorarlo.

Y no dejar de hacer.

Sin excusas. 

Sin «es que esto no me gusta».

Para disfrutar de la empresa.

Si quieres que en tu empresa dejen de disfrazar la presencia con trabajo eficiente es aquí.

PD: A veces se nos olvida qué estamos pagando con el sueldo.

PPD: Pero que mala estaba la comida del comedor.

PPPD: Aunque a mi me educaron para dejar el plato limpio.

PPPPD: En el enlace de arriba.

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