AZUCACA Y RAYOS MOJADOS PARA TU EMPRESA

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Una empresa no la montas para estar a su servicio.

Una empresa se monta porque buscas beneficio y calidad de vida.

Si no da el beneficio que tú y tu equipo deberíais tener, si no os da la calidad de vida que imaginabas al crearla, quizás deberías revisar que estás haciendo en tu negocio.

Revisar si hay algo que hacer de manera diferente.

No hablo de grandes cambios.

Nada de poner la empresa patas arriba.

Cualquiera que haya tenido la fuerza de voluntad como para crear buenos hábitos en su vida sabe de lo que hablo.

Los grandes cambios no se producen de un día para otro. Se producen poco a poco.

Un día dejas el azúcar y al día siguiente el café te sabe a rayo mojado. Dos días después, también.

Si te pasas un mes metiendo rayos en tu boca el sabor natural se vuelve lo normal.

Intentas volver a ponerle azúcar y te vas a creer que un oso amoroso recubierto de miel y azúcar glas quiere pintar tu campanilla con una piruleta embadurnada en chocolate.

Lo que no era normal se vuelve lo normal.

Y no entiendes como has estado tantos años poniendo azucaca en tu café.

Por supuesto que no todo el mundo tiene la fuerza de voluntad para dejar el azúcar, ni las ganas, ni ven de lejos los perjuicios que les puede traer ese hábito.

Por eso nuestro programa no es para todo el mundo.

Tan solo para aquellos que se den cuenta de que algo no acaba de marchar y quieren una empresa que de manera consistente de beneficios y calidad de vida.

Con un método adaptable para estudiar si lo que están haciendo te lleva a donde quieres ir.

Para confirmar si lo normal es lo que se tiene que hacer. O si hay una manera más eficiente de hacer las cosas.

Ahí es nada.

El Camino hacia Los Hábitos adecuados en la empresa es por aquí.

PD: Nada contra el azúcar. Con los años uno va notando lo que no le sienta bien.

PPD: ¿Conoces a alguien que haya dejado el azúcar en el café y luego haya vuelto a consumirlo?

PPPD: Pues eso.

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* He leído esa información tan interesante sobre qué vas a proteger mis datos con tu vida y la sangre de un unicornio y estoy lo bastante de acuerdo como para dejarte mi email. También tengo claro que si me aburres o me tocas las narices me doy de baja y no me darás la turra nunca más.