Es difícil que te odien tanto

por

Robin Williger tiene 15 años y estudia bachillerato en Racine (Wisconsin).

Le gusta la historia y es miembro del club de debate.

Robin tenía por delante un brillante porvenir pero recientemente le diagnosticaron una variedad de cáncer muy complicada.

Pero Robin me ha asegurado que ha dejado de fumar y ya no opina que fumar sea algo «que mola».

Aplausos.

Y nuestro último invitado de hoy es Nick Neylor, vicepresidente de la Academia de Estudios Tabacaleros. Es el lobby principal de la industria tabacalera en Washington capital y el señor Neylor es, sin duda, su máximo portavoz.

Nick Neylor está en uno de esos debates de TV en lo que tiene toda la pinta que va a tener lugar un linchamiento público.

A su lado está el niño con cáncer. 

En las otras sillas, con ganas de tirarle una piedra a la cabeza: la presidenta de «madres contra el tabaquismo en la adolescencia», la presidenta de la «asociación pulmonar» y Ron Goode, el ayudante en jefe de «servicios humanos y sanitarios».

Pocas personas en este planeta saben qué es que te desprecien de verdad. Es lógico. Nick se gana la vida al frente de una organización que mata a 1.200 seres humanos cada día.

Eso equivale a dos aviones Jumbo llenos de mujeres, hombre y niños.

Levanta la mano.

¿Cómo diablos iban las grandes tabacaleras a aprovecharse de la pérdida de este joven? 

No me gusta pensar en términos tan insensibles pero, antes de nada, estaríamos perdiendo un cliente.

No solo es nuestro deseo. Lo que más nos conviene es que Robin siga vivo y fumando.

Permítame que le diga algo. Y déjeme que lo comparta con la gente tan preocupada del público de hoy. 

Los Ron Goode de este mundo quieren que Robin Williger muera.

¿Saben por qué?

Para que les aumenten los presupuestos.

A eso se le llama traficar con el sufrimiento humano y debería darle vergüenza.

Después Nick ofrece 50 millones de dolares para concienciar a la juventud de Estados Unidos para informarle de los peligros del tabaco.

Porque lo más importante para todos los que están en el plató es la juventud de Estados Unidos.

Aplausos.

Música del programa.

Nick sonríe al chico con cáncer y le ofrece su mano.

El chico le da la mano y le devuelve una franca sonrisa.

ESTO 

ES 

DARLE 

LA 

VUELTA 

LA 

TORTILLA

NIck no había entrado en el plató improvisando. 

Sabía lo que tenía que decir, cómo lo tenía que decir, por qué lo tenía que decir y cuando era el momento adecuado para decirlo.

Improvisando no.

Con un plan sí.

No voy a entrar en la moralidad de Nick ni en sus argumentos pero si ves la peli «Gracias por fumar» tendrás una exhibición absolutamente amoral y efectiva de técnicas de persuasión que son aplicables en el día a día.

La persuasión no consiste en hacer que alguien haga algo que no quiere hacer.

Consiste en ir creando un sendero para encontrar un lugar común donde ambos salís ganando.

Es muy útil para la venta y para dirigir equipos.

Sin fliparnos como se flipa Nick, tenemos un programa para utilizar la persuasión muy a favor de tu empresa.

Tiene todo que ver con tener un sistema. No para seguir improvisando en las áreas de la empresa que te están amargando la vida.

PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL

PD: Muchas veces pequeños cambios consiguen grandes diferencias. Lo importante es decidir centrarte en lo que te une y no en lo que te separa.

PPD: Cuando tus decisiones se apoyan en sistemas, la vida es serena aunque estés en medio de una tormenta.

PPPD: Pasa por el enlace y vemos lo de Nick y lo de la tormenta.

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* He leído esa información tan interesante sobre qué vas a proteger mis datos con tu vida y la sangre de un unicornio y estoy lo bastante de acuerdo como para dejarte mi email. También tengo claro que si me aburres o me tocas las narices me doy de baja y no me darás la turra nunca más.