León Regidor da consejos a su hija

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El padre de mi amiga Ana era un tío de traca.

Tenía una filosofía de vida brutal y, de vez en cuando, soltaba cada perla que te sentaba de culo.

Yo no llegué a conocerle. Ana a veces me cuenta alguna anécdota y me deja con las ganas de haber mantenido alguna tertulia de sobremesa con aquel hombre.

Una vez le dijo: 

Hija mía ten amigos ricos. No para pedirles dinero si no para que no te lo tengan que pedir a ti

Bueno, ese clasismo a la hora de elegir a mis amigos no se me pasa por la cabeza tenerlo. Mis amigos son gente con la que quiero estar y punto.

Pero firmemente creo que hay que llevar esta filosofía hasta un nivel casi sanguinario con los clientes: Ten buenos clientes para que no te amarguen la vida. Vivirás mucho mejor.

Dale una vuelta.

Piensa de donde vienen tus disgustos.

Donde se te va la mente cuando hay un problema.

Piensa donde está el origen de ese problema.

Imagina como solucionarlo.

Hazlo.

Muchas veces los problemas en la empresa son recurrentes. Y estás tan dentro de la empresa que no los acabas de ver. Aunque sí los sientes. Si solucionas unos cuantos el negocio empieza a fluir mucho mejor.

Si necesitas acompañamiento en algunos de estos pasos tenemos un servicio que igual te interesa.

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PD: No es barato, supone dedicarle tres horas a la semana a tu empresa, puede suponer hacer pequeños cambios porque tú los ves conveniente, hace falta una mentalidad abierta y ganas de que la empresa funcione mejor.

PPD: La entrevista que tendremos tras rellenar el formulario ni te compromete a ti, ni me compromete a mi. No te conozco. No se si te puedo ayudar todavía.

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* He leído esa información tan interesante sobre qué vas a proteger mis datos con tu vida y la sangre de un unicornio y estoy lo bastante de acuerdo como para dejarte mi email. También tengo claro que si me aburres o me tocas las narices me doy de baja y no me darás la turra nunca más.