Más consejos de delincuente veterano para fidelizar clientes

por

Te pones otra vez la máscara de Dalí, el chándal rojo y te metes de lleno en la serie.

Tú hazte a la idea de que estás atracando el Banco de España.

En plan chulo.

Chulo, nivel vacilón alto.

Tirando a Bruce Willis en la Jungla de Cristal pero más 2020.

Planes dentro de planes, planes de contingencia, planes de emergencia y planes de adolescencia. 

Simuladores, giros inesperados, metralletas gordas. Las cosas locas de un golpe de serie de televisión.

Y pizza.

Que hay que alimentarse con los clásicos de un buen atraco.

En vez del de glovo te la traen los antidisturbios.

Con tu equipo te dedicas a fundir el oro que hay dentro de la cámara acorazada.

Para que luego digan que faltan especialistas.

Ya veremos cómo se sale de ahí, que el éxito de la serie está en ir dejando miguitas para pasar del último lío al siguiente marrón.

En fin.

Que no todo es trabajar y en ese equipo de trabajo hay espacio para las relaciones personales.

El trabajo bajo presión no está reñido con tener una vida.

Digamos que la novia pija del jovencito macarra de buen corazón acaba de dejarle.

El delincuente veterano al que le gusta repetir de pan le coge por banda:

A ver, te la ves venir de frente como  una hidra,

pues tú callado.

¿Y no me defiendo?

No, porque ni siquiera sabes porque se ha enfadado.

Tú callado.

Cuando menos entiendas lo que está diciendo, más arrepentido.

Y a todo siempre sí y perdóname cariño.

Eso es de manual.

• Del manual del calzonazos es eso.

– Tú esperas a que eso escampe y luego,

cuando intuyas ya por dónde viene el aire y ella ya se haya relajado,

ahí y solo ahí,

mueves ficha.

Muchas veces el cliente viene con una reclamación más que justa. 

O no.

Pero tú estás tan convencido de tu producto, de tu servicio, del lío que llevas en tu día a día, que no estás para atender las razones del otro, que suyas serán. 

No escuchas.

Te calientas.

Pierdes al cliente.

Y ojo, que el cliente que se va sin despedirse es el peligroso. 

El que te está avisando es que algo tienes que le interesa. 

Y te puede ayudar a mejorar.

Si le escuchas, claro.

Aquí no estamos para hacer terapia de pareja pero de esta escena sí se puede sacar una buena lección de ventas.

Eso sí, para lecciones en profundidad tenemos algo mucho mejor:

PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL

PD: Creo que el nombre lo dice todo.

PPD: Si quieres saber más en el enlace hay un formulario tan simple como el sistema que utilizamos.

PPPD: No hacen falta planes dentro de planes, ni malabarismos locos para hacer crecer saneada una empresa.

PPPPD: No enseñamos a fundir oro. Enseñamos a que ni tu ni tu equipo os queméis por el trabajo.

PPPPPD: ¿He dicho arriba? Pues es arriba.

Suscríbete para recibir emails como este

* He leído esa información tan interesante sobre qué vas a proteger mis datos con tu vida y la sangre de un unicornio y estoy lo bastante de acuerdo como para dejarte mi email. También tengo claro que si me aburres o me tocas las narices me doy de baja y no me darás la turra nunca más.