Hay una verdad universal.
Nadie piensa de si mismo que es un gilipollas.
Si lo pensase seguramente le pondría remedio.
Lo que procuramos siempre es hacer lo que consideramos que es mejor.
Lo sea o no lo sea.
Entonces, ¿Por qué a veces no tomamos la mejor decisión?
La respuesta es simple.
Estamos acostumbrados a responder a los problemas de la misma manera.
Si tienes una motosierra, solo ves árboles que talar.
El problema surge cuando tienes que hacer la cena y solo tienes a mano la motosierra.
En ese caso conservar la yema del huevo frito va a ser un logro que nadie te va a aplaudir.
Y es muy probable que acabes rayando la sartén.
Es de cajón de madera de pino:
Para talar la motosierra,
para freír un huevo la espumadera,
para cortar el tomate el cuchillo,
para clavar un clavo el martillo…
Prueba a freír el huevo con el martillo o a talar el árbol con la espumadera.
Distintas tareas requieren distintas herramientas.
Y si eres dueño de una empresa hay cuatro áreas que debes dominar:
Equipo, Ventas, Finanzas y Planificación.
Si una cojea vas a sufrir.
Para tener a mano las herramientas para controlar las cuatro áreas
PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL
PD: Luego ya decides tú quien es el más adecuado para empuñar la motosierra o la espumadera.
Lo importante es que sepas supervisar que las usan bien.
PPD: ¿El problema? No sabemos que existen las otras herramientas. Ni nos han explicado cómo usarlas.
Toda la vida sacando el huevo de la sartén con la motosierra y un día te descubren la espumadera.
Ni rayas la sartén, ni rompes el huevo, ni te cagas en todo lo negro porque ya no te salpica el aceite.
Todo sale mejor y cuesta menos.
Nada vuelve a ser lo mismo.
Para bien.
