Estoy viendo una serie de atracos a organismos oficiales. Llevan máscaras de un pintor famoso y usan el chándal como si estuviesen en estado de alarma.
Se diría que tiene mucho tirón devolver lo que parece que nos hacen algunas instituciones. Sobre todo si se hace con arte.
Hay una escena que transcurre mientras funden oro.
El jovencito macarra de buen corazón empieza a contarle sus celos al delincuente veterano y algo ancho de huesos.
El joven macarra de buen corazón con mirada de perdido le pregunta qué hacer.
- Cambiar- responde el delincuente veterano que no está gordo – ¿Cuéntame cómo le enamoraste?
El jovencito del corazón partio se explica:
- Primero le pegué un tiro en la pierna….
Para salvarle la vida.
Un día le hice un baile.
Y le contaba historias.
Nos reíamos muchísimo.
Entonces el delincuente veterano, recopilador de levadura en época de pandemia, le responde:
- ¿Cuánto hace que no le cuentas historias?
¿Cuánto hace que no le haces reír?
¿Y cuánto hace que no le bailas?
Te puedes quejar por perder un cliente.
Puedes sentir que con los que más nos esforzamos, peor nos tratan.
También puedes entrar en nuestro programa y que estos problemas no te vuelvan a molestar.
Para que no te veas en la necesidad de ir por ahí atracando bancos
PD: Lo de fundir oro ya se lo dejamos a otros profesionales.
PPD: Yo me churruscaba los dedos fijo.
PPPD: Hostias, que dolor.
PPPD: Y no veas luego para desbloquear el móvil.
